A partir de un punto en el siglo pasado se empieza a forjar un proceso que conduce a lo que hoy llamamos alfombras modernas.
La irrupción de las vanguardias artísticas y de la renovación creadora de finales del XIX y principios del XX tenía que llegar también a las alfombras.
Y en algún momento alguien se atrevió a salirse del canon clásico de decoración, decidiendo que las alfombras no tenían que reproducir obligatoriamente el diseño clásico oriental, o ser lisas, sino que podían representar patrones geométricos, planos de color, obras de arte moderno y experimentar con mil diseños y texturas.
Por fin habían llegado las ideas germinales del diseño de las alfombras modernas.
El poliéster es el material moderno más extendido, pero hay muchos más: el nylon, el rayón o viscosa, la poliamida, y todos sus acabados y texturas, como la chenilla, la microfibra, etc.
Y la última vuelta de tuerca ha sido la aparición de los materiales vinílicos, como el polipropileno, el PVC y similares, que han revolucionado el concepto de alfombra práctica y duradera.
Las alfombras vinílicas y las alfombras de polipropileno basan su éxito en el fácil mantenimiento y el alto rendimiento, sin desatender el diseño cool y vanguardista.
Y con un montón de posibilidades añadidas, ya que el vinilo y el polipropileno se pueden trenzar, hilar e incluso imprimir digitalmente: una parafernalia de opciones.